Un lugar para pedalear todo el año:

El clima en Tenerife es perfecto para hacer ciclismo durante todo el año. A pesar de ser una isla relativamente pequeña, se puede disfrutar de diferentes microclimas, según la zona donde se encuentre. Por ejemplo, el Sur de Tenerife está casi siempre soleado y el clima es mucho más seco. En el norte, la temperatura siempre es más baja, hay más humedad relativa y es mucho más verde que el sur. Mientras, en la zona de las Cañadas del Teide, encima de la zona de la corona forestal, el clima es más desértico, con temperaturas altas por el día y muy bajas durante la noche, incluso en verano bajan de los 0 grados centígrados.

La zona de la “Corona Forestal” suele presentar brumas y una alta humedad. Se encuentra en torno a los 1200-1500 metros de altitud, donde las nubes se estancan entre la flora del pinar, formando lo que se conoce como mar de nubes, y que es visible a medida que se asciende hacia la zona del Parque Nacional del Teide. Tras pasar el mar de nubes, la mayor parte del año encontramos un cielo totalmente despejado. En la zona norte las temperaturas suelen oscilar entre los 15 grados centígrados de mínima en invierno y los 28 grados de máxima en verano.

Hacer ciclismo en Verano:

El verano es una época fantástica para montar en bicicleta en Tenerife, ya que, rara vez, por no decir casi nunca, suele llover. Es el momento ideal de entrenamiento para aquellos ciclistas tolerantes a las altas temperaturas. A lo largo de los meses de julio y agosto, sobre todo durante el día, Las Cañadas del Teide experimentan un efecto inverso en la temperatura, es decir, cuando más se asciende más calor va haciendo. Todo lo contrario de lo que uno espera.

Hacer Ciclismo en Otoño y en Primavera:

Los meses de septiembre y octubre en Tenerife son, climatológicamente hablando, los mejores para entrenar en la isla. Las temperaturas son suaves, no hace ni mucho calor ni mucho frío, durante el día suele haber la misma temperatura al nivel del mar y en la base del Teide, a 2300 metros de altitud. Los mismo ocurre en los meses de abril y mayo, aunque en estos la lluvia es más abundante que es los anteriores.

Hacer Ciclismo en Invierno:

Durante el invierno hay que tener en cuenta que la temperatura baja, aproximadamente, unos 3 grados centígrados por cada 1000 metros de altitud escalados. Los calentadores de piernas, así como las chaquetas a prueba de viento, se hacen imprescindibles, sobre todo cuando se desciende del Teide por la cara norte de la isla. Incluso, se pueden formar placas de hielo en el asfalto, sobre los 2000 metros. Cuando sucede este fenómeno, el acceso al Parque Nacional del Teide se restringe y a veces se prohíbe por completo. Sin embargo, en las horas del mediodía normalmente reabren los caminos, al derretirse el hielo por las temperaturas más templadas de estas horas.

Viento y Niebla:

Sólo hay un puñado de lugares con viento constante, hablamos de Arico, la zona del Médano, Punta de Teno y la zona entre las coordenadas 28.327852° N 16.856284° O. El resto de Tenerife está en calma durante la mayor parte del año. Las zonas más propensas en la formación de niebla son Anaga, Guamasa, la Esperanza, las Mercedes y Aguamansa.

Aviso de Tormenta:

El único momento en el que los vientos llegan a ser extremadamente intensos es durante una tormenta sub-tropical. Normalmente, tiene lugar una vez al año, sobre todo al inicio del invierno. Durante estas tormentas el aparato eléctrico no es demasiado intenso, pero los vientos llegan a ser huracanados. A veces, las condiciones van empeorando a medida que se asciende al Parque Nacional del Teide, donde en ocasiones pueden aparecer lluvias en forma de agua nieve, lo que hace peligrosísimo la escalada en bicicleta. Hojas, ramas y todo tipo de objetos son arrojados a los caminos por los fuertes vientos, de ahí que se desaconseja encarecidamente coger la bicicleta con un aviso de tormenta. Este tiempo dura dos días como máximo, y el punto álgido de tormenta no se prolonga más de unas horas.