Esta ruta recorre la principal dorsal montañosa de la isla a través de un monte de pinos canarios. Hay impresionantes vistas al Océano Atlántico a ambos lados de la carretera, siendo posiblemente una de las mejores y vistosas rutas de Tenerife. El mejor lugar para comenzar es el pueblo de La Esperanza, situado al borde del pinar. Una vez que comience el trayecto estará sólo, por lo que anteriormente habrá de proveerse de lo necesario para el camino. Sobre el mapa parece fácil, pero no se engañe, es una de las subidas más difíciles que hay, por ello le aconsejamos que la haga a la inversa. Después de escalar unos 42 kilómetros, aunque hay un momento de alivio sobre el kilómetro 30 durante unos 500 metros, la carretera parece que nunca acaba, barriendo hacia la izquierda una y otra y otra vez. Cada vez que piense que ya le quedan 100 metros para cumbre, sepa que no está cerca ni por asomo. En este punto el cansancio, la falta de oxígeno y el desánimo le hacen perder la Esperanza, ¡qué irónico! Sin embargo es un trayecto increíble y al final encontrará aire limpio y fresco, así como los beneficios del entrenamiento en bicicleta a gran altitud.